Esa es la única palabra que se me pasa por la cabeza cuando recuerdo el concierto de Fito & Fitipaldis al que asistí el viernes en Gibraleón.
Llegamos prontito y nos pudimos poner en tercera fila, por lo que el disfrute fue mayor de lo que esperaba, y pudimos apreciar todos los detalles de la actuación.
Con el Recinto Ferial lleno de seguidores de la banda, Adolfo Cabrales derrochó simpatía mientras, poco a poco, y coreado por el público, fue desgranando canción a canción su nuevo disco "Por la boca vive el pez", sin olvidar intercalar multitud de los temas que le han catapultado hasta lo más alto del panorama musical.
Incluso, siendo valiente, fue capaz de -guitarra en mano- arrancarse por sevillanas.
El concierto deja en mi retina momentos estelares, entre los que hay que destacar la canción La casa por el tejado, o cuando el público pasó unos 3 minutos cantando la parte final de Soldadito Marinero: "...después de un invierno malo, una mala primavera / dime por qué estás buscando una lágrima en la arena...".
Para que os hagáis una idea del ambiente, os pongo un video de la canción Rojitas, cantada por el grupo a petición de los asistentes.
Fotos y vídeo: Mi Hermano
La Hermanita de la Caridad
2 comentarios:
Ahora sólo te falta Marea jeje
me alegro q lo pasaras bien.
Ojalá los Marea se dejen caer por aquí cerca. Iba a ir al de Granada pero no ha podido ser, no pasa na! A ver si vienen a Sevilla, con eso me conformo. A lo que sí vienen es a firmar los discos, si puedo me acercaré-
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