martes, 13 de abril de 2010

Cuento sobre la generosidad

Este fin de semana, para quien no lo sepa, hemos estado en los cursillos prematrimoniales.

Como ya he dicho a quien me ha preguntado, están bien, se sacan cosas buenas, se "aprende" algo y te aclaran bastantes dudas sobre la ceremonia.

Entre las cosas que más me han gustado están los "cuentos" que se han ido contando a lo largo del fin de semana, sobre diversos temas.

Uno de ellos hablaba sobre la generosidad, explicándola de manera bastante gráfica.

Os lo pongo a continuación, para que lo disfrutéis:

ERA UN MATRIMONIO POBRE

Era un matrimonio pobre.

Ella hilaba a la puerta de su choza pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello negro, largo, como hebras brillantes salidas de su rueca.

Él iba cada día al mercado a vender algunas frutas. A la sombra de un árbol se sentaba a esperar, sujetando entre los dientes una pipa vacía. No llegaba el dinero para comprar un pellizco de tabaco.

Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podría regalar a su marido y, además, ¿con qué dinero?

Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo pero, al decidirse, su cuerpo se estremeció de gozo: vendería su pelo para comprarle tabaco.

Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa. Aromas de incienso y de jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.

Sólo obtuvo por su pelo unas cuantas monedas, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco. El perfume de las hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.

Al llegar la tarde regresó el marido. Venía cantando por el camino. Traía entre sus manos un pequeño envoltorio:

Eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar tras vender su pipa.

martes, 6 de abril de 2010

¿Operación Bikini?

Ya llevamos unos días de primavera y, de lejos, miramos como el verano se acerca poco a poco, como nos va ofreciendo días más largos y cálidos, ropa más fresca, paseos y baños en la playa.

Aprovechando esto, y que muchas personas se encuentran inmersas en plena Operación Bikini, hablaré un poquito de lo que pienso sobre la visión distorsionada que tenemos del cuerpo 10.

Y digo esto porque no entiendo que las personas pongan en riesgo su vida y hagan lo imposible por conseguir unos cánones de belleza que no sé bien de donde salieron. Se hacen todo tipo de cosas: operaciones arriesgando su vida, dietas milagro que pueden costarles la salud, toman el sol de manera descontrolada sin importarles el cáncer de piel, se inyectan cosas en los músculos para parecer más hinchados, ... Y nada de lo que hacen persigue el fin de estar más saludables, no. Lo que quieren es aparentar, parecer, acercarse a ese ideal de belleza inventado en el que las mujeres tienen que ser altas, delgadas y con grandes tetas y, los hombres, fuertes, musculosos, sin pelo en el cuerpo.

No entiendo una sociedad que, a más de una talla 38 la tachen de "rellenita" porque se ha creído que es la talla media de las mujeres, porque es lo que ve en la televisión y las revistas. Una sociedad que cree que estar moreno es ser feliz, al igual que ser rubio y no tener ni una arruga en el rostro.

Somos capaces de cualquier cosa, de verdad. Y la industria se ha dado cuenta de eso, y nos bombardea con un sinfín de imágenes falsas, en su afán de vendernos un aparato milagroso, o una nueva crema revolucionaria para las estrías, o productos hechos a base de veneno de serpiente o baba de caracol, por ejemplo. Y, una vez tras otra, picamos el anzuelo, y ponemos todas nuestras esperanzas en ese nuevo invento.

No nos damos cuenta de que el paso del tiempo es inevitable, bonito y enriquecedor.

Se nos olvida que hace pocos años, el ideal de belleza era bien distinto, con ejemplos como Marilyn Monroe que, con su talla 44 ha sido, y es, la mujer más deseada de todos lo tiempos. Olvidamos los galanes de las películas antiguas, con sus defectos y sus virtudes, que traían locas a nuestras generaciones anteriores, sin importarles sus músculos ni si estaban completamente depilados. También pasó a la historia cuando se valoraba mucho más a las personas que no estaban bronceadas, porque significaba que no eran campesinos que trabajaban el campo, y eran considerados de más alta sociedad que las personas curtidas al sol.

¿Qué pasará ahora si vuelve a cambiar ese cánon?, ¿y si nos tomamos en serio lo de "la arruga es bella" que exclamó Adolfo Domínguez?, ¿y si una persona de piel blanca se considera nuevamente más bella? Pues yo os lo diré: nos volveremos a jugar la vida para conseguir llegar a la nueva moda. Si hay que engordar, comeremos hasta extremos insalubres. Si hay que tener arrugas, haremos cosas imposibles, nos pondremos productos que nos sequen la piel, para conseguirlo. Y si hay que ser blancos, no saldremos de casa si hace falta. Nos arrancaremos las prótesis mamarias, volviendo a jugarnos nuestra vida e, incluso, nos inyectaremos grasa en distintas partes del cuerpo.

¿Estamos locos? Por qué no dejamos de pensar en ser las personas que la sociedad espera que seamos (ocultando lo que la naturaleza nos ha dado), y empezamos a ser nosotros mismos, con nuestros carácteres y características propias para, así, sentirnos bien con nosotros mismos y ser más felices.

jueves, 11 de marzo de 2010

11 DE MARZO DE 2010

Otra vez llegamos al triste aniversario y esta vez, igual que aquel, el 11 de marzo es jueves. Un jueves negro para España, pero más negro aún para los famliares, amigos, conocidos y víctimas de aquel cruel atentado.

El 12 de marzo de 2004, día después de la desgracia, tuve que ir a Madrid, ir en tren hasta Atocha, y nunca olvidaré la sensación sobrecogedora al bajar del tren, el dolor callado y sostenido que no podía ocultarse en ningún rincón de aquel nefasto escenario del terror.

Hoy, 6 años después, aún se respira en Atocha la misma sensación de rabia y recuerdo.

Dejo aquí una canción dedicada a las víctmas del 11 M de nuestro paisano onubense, Sergio Contreras.

Nada más que decir.

lunes, 8 de febrero de 2010

El síndrome Marisol

Hace ya algunos días, un buen amigo tuvo una genialidad, una reflexión que me hizo pensar, un pensamiento muy acertado que describe una actitud ante la vida que toman muchas personas.

Llegamos a la conclusión de que hay personas que sufren el "síndrome Marisol", y que esto les imposibilita tomar la decisión de seguir adelante, armarse de valor y coger el toro por los cuernos.

Pensaréis que me he vuelto loca pero, en cuanto describa los síntomas, seguro que todos conocéis individuos con estas características.

Y es que el boom de los niños prodigio de hace algunas décadas ha hecho mucho daño a nuestra actual juventud. Hemos crecido viendo películas de unos niños que, sin esperárselo ni buscarlo, han sido descubiertos por cazatalentos que han valorado sus capacidades y les han otorgado unas vidas llenas de satisfacciones. Ellos estaban un día cantando mientras hacían las tareas del hogar y, por casualidad, alguien pasó y les escuchó, siendo lo que iban buscando, sin más pruebas ni más trabajo. Todo rodado, sin esfuerzos.

Esto, de manera repetida en nuestras retinas, nos ha hecho creernos la película, pensar que la vida es así, que hay un cazatalentos detrás de una puerta esperándonos.

Voy a describir alguno de los síntomas, tan reveladores para descubrir a cualquier víctima de tan cruel patología:

- Son personas que han acabado su formación hace ya algún tiempo y todavía no han empezado a trabajar.

- Sólo echan curríclums por internet, porque no van a perder el tiempo en ir a entrevistas que no les van a interesar. Aunque yo creo que no quieren salir de casa, para que el cazatalentos les plle allí.

- Si han trabajado alguna vez, abandonan los trabajos porque se sienten explotados, o mal pagados, aunque las condiciones sean normales e, incluso, favorabes.

- Antes de hacer si quiera una entrevista quieren saber cuánto ganarán, y las vacaciones que van a tener.

- Si alguien le facilita un contacto que puede ayudarle a prosperar, no le llaman. Ellos piensan que no tienen que llamar a nadie, sino que debe haber miles de personas deseando hablar con ellos para contratarles.

- Se escudan en que no han estudiado nosécuántos años para acabar haciendo noséqué trabajo. Sin percatarse de que, hoy en día, miles de personas han estudiado lo mismo, durante el mismo tiempo, y realizan ese trabajo que ellos rechazan, con diligencia y alegría.

- Infravaloran la experiencia, no creen que hacer determinado trabajo en un determinado momento puede ser el punto a favor que necesitaban para prosperar laboralmente.

- Rechazan el valor de las prácticas no remuneradas o escasamente pagadas, sin saber que a veces para ganar, hay que perder.

- Piensan que hay personas que un día se han levantado con la suerte de que le han llamado y dado el trabajo de sus vidas.

Ahora, sabiendo todo esto, seguro que encontráis a bastantes sujetos que encajan en el perfil de un "Marisólpata" y podéis intentar ayudarles a superarlo.

Además, todos en un momento u otro de nuestras vidas hemos caído en este problema, pero el coraje, la edad y la experiencia es la única terapia posible para curar dicha afección.

jueves, 21 de enero de 2010

En días como hoy...

Después de la resaca de una mala noche, de dos malas noches más bien, toca despertar. Despertar y ver que todo fue verdad, que no cambia nada de lo que pasó, que es aún peor de lo que recordabas.

Y ahora todo son interrogantes, inseguridad, tristeza y rabia. No saber qué hacer ni qué decir, no hablar, no pensar...

La impotencia es lo peor, el recuerdo lo agrava todo, atiza las cenizas y rescoldos, para que el fuego se avive, para que te queme en la cara, y en el corazón, para que la razón no sea capaz de ocupar tu cabeza, borrar de un plumazo el dolor.

Pero, ¿qué hago?, ¿cómo lo hago?

¿Realmente es la pena un arma? Tan caprichosa, tan agresiva, tan letal...

Nunca olvidaré ese "cada vez que te veo me da una alegría enorme", escrito, para siempre, a fuego en mi memoria.

domingo, 10 de enero de 2010

"NIEVE" EN ROCIANA

Este mediodía, algo antes de las 13 horas, la nieve hacía acto de presencia en Rociana.

El día comenzó lluvioso, como apuntaban todos los pronósticos. Después de varios días en que se ha sustituido la lluvia por el frío (mucho frío), de nuevo volvía a aparecer. Pero esta vez, tardó sólo unas horas en ir transformando el agua que caía en hielo y, poco a poco, en pequeños copos de nieve que iban planeando hasta el suelo, sin llegar a rozarlo.

Ya, en esos momentos, los vecinos cámara en mano, se agolpaban en las ventana de sus casas y avisaban a sus niños para que contemplaran esta estampa. Un día perfecto ya que, al ser domingo, los más pequeños se encontraban en casa y pudieron pasar unos minutos asomados a las ventanas.

Después de un rato, un copo de nieve consiguió llegar y estrellarse contra el suelo, dejando un pequeño montoncito blanco que no tardó en desaparecer. Y a éste, le siguieron bastantes más, haciendo más real la nieve sobre el municipio aunque, debido a la lluvia, poco duraba para ser contemplada por todos nosotros.

Han sido unos minutos, pero a todos se nos ha quedado en la retina, al igual que el pasado enero de 2006, en el que la nieve nos sorprendía, pero quedándose un rato más con nosotros.

Tal vez en los próximos días, volvamos a disfrutar de esta imagen tan esperada por muchos de nosotros y ese día, sí tengamos la cámara preparada.
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