martes, 29 de diciembre de 2009

Yo, mi, me, conMigo

El cambio de año siempre es una ocasión especial, una época en la que hacer balance de todo lo sucedido y de emprender nuevos proyectos o propósitos.

Sin embargo, este año no lo haré y voy a dedicar el último post del año a mí, a hablar un poco sobre mis cosas que, normalmente no lo hago.

Me llamo Gema por purita casualidad. Mi padre, como es muy original, quería ponerme Mª Carmen, como mi madre y mi hermana, para no tener que aprenderse muchos nombres el hombre! Menos mal que, unos días antes del bautizo, una estampita de Santa Gema se cayó de un bolso y cambió de opinión.

Soy idealista, aunque muy desconfiada. Por eso, aunque salgan las cosas bien, hay un resquicio de duda que no me deja disfrutar completamente.

He sido azafata de vuelo, pero me da miedo volar (miedo no, respeto), ha sido un acto de superación.

Me saqué el carnet con 24 años porque no me atrevía a conducir, ahora me encanta!

Lo que sí me da miedo es perder a las personas, me apoyo mucho en mi familia y muchísimo en mis amigos. Es un tesoro que guardo con recelo y que intento mantener. Sé que hay personas que no logran entenderlo pero será porque no lo viven como yo. Conservo amigos desde hace años, a los que a penas veo pero, cuando lo hago, es como si el tiempo no hubiera pasado.

Odio que el jamón lleve cortado más de media hora, y no me gustan demasiado los dulces (excepto el chocolate). Creo que mi comida preferida son los carabineros aunque empiezan a tomar relevo los guisantes.

Me gusta mucho el protocolo, a veces demasiado, y me pongo algo quisquillosa.

No me gusta dar besos y abrazos por cumplir, lo hago porque quiero, y a quien quiero.

Soy de lágrima fácil. Lloro casi todos los días, con cualquier cosa, con la alegría y la tisteza. Cualquier cosa que lea, que vea por la tele, no sé...

De principio puede parecer que soy tímida, pero no es real. Lo que pasa es que me gusta primero escuchar a las personas. Además, me puede mi educación.

De pequeña me pasaba las horas debajo de un limonero que hay en el patio de mi casa, y me confomaba con muy poco para jugar. Una de las cosas que me encantaban era hacer casitas de hormigas, y ver los túneles que iban construyendo. También decorar botes con sal que iba pintando con tizas de colores.

Soy un poco "mala" cuando la ocasión lo requiere y, a veces, me paso con mi humor ácido.

Una de mis ilusiones es montar en helicóptero, siempre desde el respeto que me produce.

A veces soy algo inflexible y me encanta llevar la razón. Me cuesta pedir perdón, y dar las gracias.

Casarme nunca fue una de mis mayores ilusiones pero, ahora que lo veo cerca, estoy emocionada!

Creo que doy un poco el perfil de hippie, pero sé que hay quien me considera pija porque me encantan los zapatos, tengo muchísimos. Además, me gustan con mucho tacón. Para llevar poco, prefiero zapatos de deporte, o zapatillas tipo "converse".

Me muero por viajar a cualquier lugar y a veces me apena no tener tiempo para visitar todo el mundo.

He sido jugadora de voley durante nueve años y me arrepiento de haberlo dejado.

Lo único que le echo en cara a mis padres es que me quitaran de la escuela de baile. Pero yo era muy pequeña y ellos no tenían tiempo de llevarme.

Canto fatal y nunca fui capaz de tocar ningún instrumento. Tampoco sé dibujar.

Me cuesta guardar un secreto y muchas veces estropeo las sorpresas por esto mismo. Me gusta regalar cosas, pero soy muy indecisa para hacerlo.

Me encantaría irme a algún país pobre a ayudar como voluntaria.

No sigo la moda impuesta, hay tendencias que no entiendo, me niego a vestir con ciertas prendas. Lo que sí me gustan son los gorros, y creo que me sientan bien.

No tomo café, prefiero el Cola-Cao.

Mi vocación frustrada es el Periodismo, por eso me gusta tanto escribir. Muchas veces se me ocurre algo, y me vuelvo loca buscando un papel para anotarlo.

Soy capaz de guardar el orden perfectamente pero me agobia hacerlo cuando la cosa está ya muy desordenada. El interior de mi bloso da pena, miles de papeles y cosas sin sentido lo pueblan, y no soy capaz de deshacerme de ellas.

Soy géminis, y me identifico claramente con los cánones de este signo.

No me preocupa la soledad pasajera pero sí estar en el mismo sitio con alguien y no tener de qué hablar.

No voy mucho al cine, casi nada. Cuando lo hago, intento ver una película española, pero no me gustan las de humor fácil y gastado.

No tengo mascota, ni quiero. Tuve durante años un caballo y ese sería el único animal que repetiría. Aunque si pudiera, reviviría a Poli, un pastor alemán de mi infancia que era como un hermano mayor.

Duermo poco, y mi despertador sólo tiene que sonar una vez para tenerme en pie. De hecho, una vez casi me parto un pie por culpa de esta costumbre.

Me gusta el verano, pero prefiero el invierno. La lluvia me encanta, si puedo estar en casa tranquilita.

Me suelen sacar muy pronto de mis casillas, pero no soy capaz de que un enfado me dure demasiado.

No tengo paciencia y odio que la gente sea impuntual.

Me gusta la Navidad, por el reencuentro con las personas a las que quieres.

Echo de menos tener vacaciones los mismos días que el resto del mundo.

Mi móvil siempre está encendido y cerca mía, aunque no me gusta mucho hablar por teléfono.

Me encanta aconsejar a la gente, y suelen pedirme a menudo que lo haga. Algunos amigos dicen que les tranquilizo.

No me pongo nerviosa para hacer un examen, y no soy capaz de pasarme el día estudiando. Tampoco de levantarme temprano para este fin.

Y por útimo... me hace muy feliz que me dejéis vuestros comentarios!!

Felices Fiestas a tod@s

lunes, 21 de diciembre de 2009

Con una levita y pantalones de cuadros rojos y negros, así apareció Sabina en el escenario. Todo rematado por su inseparable bombín y su cara de canalla, tan de foto.

Un escalofrío, un nube en mis ojos, así reaccionó mi cuerpo al tenerle cerca, al escuchar su voz. Una voz ajada por los años, pero tan fuerte como siempre, tan... perfecta!

Después de la primera impresión, 2 horas y 40 minutos disfrutamos de su música, su "teatrillo" y su planta. 2 horas y 40 minutos de espectáculo entretenido, despreocupado, en el que pude ver a un Sabina dándolo todo, un Sabina simpático y caradura. Pude apreciar el brillo de sus ojos, tras esa coraza de artista consagrado, curtido por los años sobre las tablas. Inigualable!

Todo fue genial, el repetorio (por supuesto, faltaron algunas), la interpretación, la presentación de los músicos (una obra de arte de poesía sabinera), y el público que se trasladó a Granada, completamente entregado al artista.

Mención especial quería hacer a "Marita", primero de todo por su arte, por entrar en el juego del espectáculo y, como no, por ser onubense. Razón más que suficiente para que Sabina se plantee seriamente el traer su gira "Vinagre y Rosas" a Huelva. Esperemos que así sea, porque allí estaré.

Recuerde, maestro: "El movimiento se demuestra cantando".

martes, 8 de diciembre de 2009

Blog Widget by LinkWithin