miércoles, 13 de febrero de 2008

Amor

Aprovechando que mañana es día 14 de febrero, para algunos San Valentín, voy a publicar una entrada que empecé a escribir hace unos días y que, tal vez, dista un poco del sentimiento que tenemos en este día señalado en algunos calendarios.

Quizás esta entrada sea una paranoia, una locura, seguramente sea extravagante, y no le interese a nadie, pero es mi teoría del amor, o algo así. No sé definirlo.
Amor sin ataduras y sin explicaciones, sin nomenclaturas, sin agobios, sin pautas (esto es muy importante). Sin prioridades absurdas, sin cambios de principios, de aficiones, de entorno. Sin poner rejas a una cárcel virtual, sin obligaciones, sin fechas ni regalos.
Amor con ganas, con alegría, con simpatía y risas. Amor cuando quiera, sin rutina, sin futuro, sin hoy ni mañana, sólo con ahora. Sin proyectos. Amor eterno, mientras dure.
Amor que no haga guardar rencor (sin ayer), que no haga abandonar cosas, que no te desconecte del mundo, que no te absorba.
Amor que te enseñe cosas, al que puedas enseñar. Sin celos ni desconfianza.
Amor que te dé la vida cuando exista, pero que no te mate cuando desaparezca, que no te deje vacía y sóla, sino llena de sentimientos, de sensaciones positivas.
Amor que no te obligue a dejar de soñar que, si no tienes alas, te deje las suyas para volar.
Sin definición, sin tópicos baratos, sin apariencias, sin miedos.
Amor lleno de deseos, de complicidad y confianza (nunca confianza ciega).
Amor puro, que cada uno viva a su manera. Que no haya demostraciones de amar más o menos, (no existen unidades de medida del amor) ya que, cada amor, sea como sea, es diferente.
Un amor idéntico a otro no es amor, es imitación.

La Hermanita de la Caridad

2 comentarios:

Callejuelo dijo...

Lo que es el amor...
Que dificil sería de explicarlo, pero que bien lo has hecho tu. Nos vemos bs

f-18 dijo...

Te propongo amar intensamente hoy, sin compromisos ni promesas; amor que está en un presente renovado sin palabras, que cada día vuelve a nacer que cada día es mucho más grande. Amor sin reglas, que se toca de oídas como una melodía como una canción que siembra el corazón. Intuición pura que no se ve pero que cada día está presente en cada gesto generoso en cada sonrisa; y en casa apasionada caricia que responde al ritmo de la piel. Te propongo; amarte a muerte como si cada minuto fuese el último de nuestra vida, o como si fuera el primer día de nuestras vidas; te propongo quererte y amarte como también; de este modo sabiendo que no es eterno; lograremos vivir el amor infinito.

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