"...cinco años sin verte
cinco años dolorío,
cinco años de muerte,
cinco años sin Rocío"
Hace dos años me lamentaba porque no podía hacer el camino debido a mi operación de miopía, pero lo hacía con la esperanza de que al año siguiente sería. Pero, no sólo no fue (estaba en Mallorca trabajando, creo), sino que este año tampoco ha sido...
Y hoy se han ido los rocianeros, con la algaravía que caracteriza estos momentos, con el ánimo puesto en disfrutar y llegar a la aldea. Algunos, han desplegado todos los medios que tienen disponibles (caballos, carretas, trajes, flores, jamón,...), otros, sólo han ido con lo puesto, aunque de nada les faltará por esas arenas.
Yo, como ya conté, lo he hecho de mil formas y cada una de ellas especial pero, siempre, con una meta: llegar hasta los pies de la Blanca Paloma y verla por un momento, momento eterno e íntimo.
Y es que, el Rocío, tiene momentos para todo. Te lo pasas genial, cantas, bailas, pero también hay (y tiene que haberlos) momentos para el recogimiento, para que tu piel se estremezca con un toque de tamboril, con un redoble de campanas, con una oración, con una mirada a esa divina imagen.
Hoy, cuando he visto que los peregrinos se encaminaban a la aldea, no he podido controlar las lágrimas pero me he consolado con las veces que, a lo largo del año, he ido a visitarla y con que, tal vez, pueda ir en algún momento de este fin de semana a tener mi momento de Rocío.
Para los que puedan disfrutarlo, en parte o por completo, les deseo una feliz romería y, como todos los años, espero que el que viene pueda compartirlo con ellos.
La Hermanita de la Caridad
2 comentarios:
Yo echo de menos hacer el camino, y aunque me falta devoción, disfruto mucho del ambiente y la compañía. b
Weno, el año que viene será! Esa es la esperanza que tengo. En fin, haré o posible.
Bso
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