jueves, 20 de agosto de 2009

Hoy no veo la televisión

Los que me conocen saben que no soy muy amiga de pasar horas delante de la televisión, a veces sí la pongo como telón de fondo. Por supuesto también me gustan ciertas cosas que veo cada vez que puedo.

Esta mañana me levanté temprano y quise estar un rato ociosa en el sofá. Y, claro, encendí la tele.

No me dí cuenta en qué día estábamos, no me acordé de la fecha: 20 de agosto. Olvidé por completo de que era hoy el "aniversario" del accidente del vuelo JK5022, pero cada una de las cadenas se dedicó a recordármelo. Se empeñó en machacarme y machacarnos con imágenes dolorosas.

Cambiaba de canal y más de lo mismo. Testimonios escalofriantes, preguntas indecentes a los supervivientes, que contaban sus experiencias a la vez que dejaban grabar las horribles secuelas que el fatídico accidente dejó en su cuerpo. Apagué la televisión.

Lo he dicho una y mil veces con respecto a este tema, no se puede frivolizar de esa manera. Me parece más que perfecto que la gente cuente sus vivencias, pero no que muestre sus heridas a petición de los "periodistas" ni que narre sus secuelas sicológicas para alimentar el morbo.

Me encanta que se le haga el homenaje a las víctimas del accidente de Spanair, si la iniciativa viene motivada por parte de familiares y amigos, y no como un medio propagandístico más ni un acto televisivo.

Me gusta que se hable del informe provisional que ya ha visto la luz, pero que sea analizado por expertos, por pilotos profesionales y no despechados, por gente imparcial.

Entiendo, respeto y animo a los supervivientes a que reivindiquen sus derechos y que cuenten con total sinceridad si se sienten abandonados por la Administración, si no se les ha prestado la ayuda necesaria, etc. Pero los programas no pueden engañar a estos "testigos" convenciéndoles de que les ayudarán más cuanta más pena den.

Siempre lo digo: sobrevivir está bien, pero no hay que callarse y dar gracias a Dios. Una vez pasado el shock hay que luchar por conseguir las cosas, hay que pagar las facturas generadas por el acciente, hay que salir adelante, tanto física como sicológicamente, y se necesita ayuda.

Lo digo y lo repito, no me interesan los aspectos más íntimos, ni del vuelo, ni de las personas que murieron ni de las que consiguieron salir con vida este fatídico día del que hoy se cumple un angustioso año.

5 comentarios:

Jose Antonio Cabrera Ramirez dijo...

No es fácil llevar este tema cuando hay tantos sentimientos en juegos. Yo respeto todas las formas de manifestarse y desahogar los sentimientos.A veces es bueno contar las penas para ayudar a sobrellevarlas.
De todas formas es un día para la reflexión.
Un fuerte abrazo.

Callejuelo dijo...

Porque no viste el telediario de canal sur, ese sí que pone imágenes y sucesos de muertes, palizas, violencia. Ponlo un día y te darás cuenta

Antonio dijo...

Y como ejemplo, una frase que leí ayer en el odiel "el avión quedó destrozado, como los cuerpos de las víctimas", o algo así.

No creo que a ninguna víctima le sirva desahogarse en un periódico o en la televisión, quizás sea hasta contraproducente, porque buscan el morbo, hinchar la noticia de detalles escabrosos, y no ayudar a esa persona.

Puede que sí sirvan los medios para las reclamaciones económicas, es para lo único que le vería sentido. El resto de teatrillo melodramático se lo podían ahorrar (los medios, que conste).

Zalu2.

Hermanita de la Caridad dijo...

A mí me parec muy bien que desahoguen, pero no ante las preguntas insistentes de los "periodistas", que les obligan a contar cantas vértebras de titanio llevan, cómo de dolorosas son sus heridas y operaciones, y que es instan a enseñar sus secuelas en público...

Condal dijo...

Creo que en parte, las víctimas y los familiares de los muertos han intentado al menos por un día llamar la atención de la sociedad española ante la injusticia que parece ser que se está cometiendo con ellos por parte de la administración, compañía y seguros.

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