martes, 12 de diciembre de 2006

"Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés". Princesas

Este domingo, y gracias a mi hermano, pude ver una película que me sorprendió. Se trata de "Princesas", película española del director Fernando León de Aranoa.
La verdad es que cuando salió, yo quería verla, me pareció interesante el tema que trataba. Pero, se me olvidó que la película existía, perdí el interés y no la vi.
Ahora tenía otra oportunidad...
Su argumento trata sobre dos prostitutas que trabajan en el mismo barrio de Madrid, pero ambas son muy diferentes. Una, de Madrid, de una familia bien, que destina los ingresos de su trabajo a ahorrar para pagarse una operación de aumento de pecho. La otra, dominicana, es el único medio que ha encontrado para conseguir algo de dinero para enviar a su familia: su madre y un niño pequeño.
Esta es la trama principal, pero está muy bien aprovechada para plantear otros temas candentes en la actualidad. Por ejemplo, la realidad de los inmigrantes, que es poco entendida por las personas que no tienen que vivirla. Zulema, la dominicana, vive en un piso con el sistema de "camas calientes" en el que se comparte la cama con otra familia, de modo que ella puede dormir y vivir alli durante 12 horas, y luego vienen otros inquilinos. Además, se siente afortunada, puesto que otros compatriotas comparten el mismo espacio con otras dos familias, y sólo pueden utilizar el piso por el que pagan durante 8 horas.
Otro de los sentimientos que analizan es la nostalgia. Cayetana (la madrileña) piensa que la nostalgia es un sentimiento basado en un momento feliz anterior. Ella, no siente nostalgia de las cosas que han pasado, puesto que nunca le ha pasado nada feliz, sin embargo, siente nostalgia de las cosas buenas que ella piensa que le deberían haber pasado (esto es una realidad muy triste). Zulema siente nostalgia de su tierra, su familia. Aquí se plantea algo sobre lo que también gira la peli: "Dicen que las princesas son tan sensibles que enferman si están lejos de su reino, que hasta se pueden morir de tristeza". Esto es lo que le pasa a Zulema, y acaba volviendose a su reino, a República Dominicana, para no morir de tristeza. O para que no la mate un personaje que le ha prometido arreglarle unos papeles que nunca llegan, y a cambio se aprovecha de ella y la maltrata físicamente.
Pero no todo gira alrededor de los problemas de la inmigración. También la soledad. La soledad, sobre todo, de la madre de Cayetana, que perdió a su marido hace 3 años, y no quiere reconocer que ya no va a volver. Su máxima es que "existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés". Pero su realidad es que nadie piensa en ella, pero necesita sentir que existe. Para eso, se envía flores a sí misma y bombones. Es su manera de mantenerse viva.
La verdad, es una película que, sin caer en la demagogia, plantea problemas comunes de todos los estamentos de la sociedad.
Espero que quien haya leido esto haya visto la película, y si no, que no haya perdido el interés por disfrutarla.

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