viernes, 22 de diciembre de 2006

Nunca llueve a gusto de todos


Hay que ver como somos...
Dónde hace sol, quieren que nieve; dónde nieva, quieren que haga sol. La cuestión es no conformarse con lo que a cada uno le toca.
Hace tan solo unos días escuchaba, asombrada, como todos los medios de comunicación hacían pública la noticia: este año iba a nevar en Lepe. ¿Cómo? No podía ser, seguro que había escuchado mal. Al poner atención, comprobaba estupefacta que mi oído no me había jugado una mala pasada: era verdad. Este año, y por decisión del alcalde de esa localidad, nevaría en Lepe durante todo un mes 15 minutos al día. Esto fue lo que se propuso este edil, ya que hacía 52 años que no caía (ya hay que hablar en pasado) el manto blanco sobre este pueblo.
Y así es, desde el 5 de diciembre, la nieve cae sin parar desde las 20:00 horas en punto hasta las 20:15, para asombro de propios y extraños. Y lo seguirá haciendo durante un mes, hasta el 6 de enero de 2007, fecha en la que niños (y no tan niños) mirarán con nostalgia como se llevan el mecanismo que ha obrado el "milagro". Éste consiste en dos cañones situados en el balcón del Ayuntamiento que expulsan una espuma densa que causa un efecto visual de nevada. Dichos cañones convierten la plaza de la localidad en
una improvisada y atípica postal navideña.
Para complementar este ambiente, se ha instalado también una pista de patinaje sobre hielo que hace las delicias de los pequeños que cada día se desplazan al centro del Paseo para practicar este deporte tan desconocido en la zona.
Si es que, lo que se propone, por extraño que parezca, Lepe lo consigue.
Pero, cuál fue mi sorpresa cuando otra noticia me hace darme cuenta de que, esto de jugar con los elementos se ha puesto de moda.
Y es que, una aldea italiana se ha propuesto llevar el sol hasta su plaza central. El nombre de la localidad es Viganella, y se encuentra en pleno centro de los Alpes. En el denominado "Encuentro de la Luz", se han conseguido iluminar los 250 metros cuadrados de la plaza durante al menos 6 horas al día.
La razón que ha hecho a su alcalde tomar esta decisión, es que todos los años una gran montaña priba del efecto del Gran Astro a sus habitantes, desde el 11 de noviembre hasta el 2 de febrero, donde los primero rayos empiezan a despuntar de nuevo.
Y lo han conseguido, después de 99900 €, han instalado a 1000 metros sobre el nivel del mar una gran estructura de 11 toneladas, que sostiene un espejo de 40 metros cuadrados que gira diariamente para devolver un 70 % de la luz solar que es capaz de capturar.
Pero hay algo más que destacar, resulta que la población en cuestión (de 185 habitantes), está hermanada con la ciudad de Huelva por lo que, en este "encuentro", nuestra capital ha tenido mucho que ver, y ha participado de manera activa. De hecho, el mecanismo ha sido puesto en marcha por dos niños: uno de Viganella, y una de Huelva. La afortunada se llama Alba, de 10 años de edad, y viajó a la localidad tras ganar un concurso de dibujo escolar.
Tras inaugurar el invento, se celebró una gran fiesta en la que se consumieron productos típicos de nuestra gastronomía: jamón, vino, marisco, etc.
Desde ahora, y como dijo Matías Prats: "Hay un pueblo en Los Alpes que disfruta del mismo sol que Matalascañas"
La Hermanita de la Caridad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si es que en la nueva era, no veas... Pronto haremos navegable el arroyo Calancha.
Lo de Lepe, lo pude ver in-situ, creo que no preveían tanta afluencia de visitantes, les faltan perfeccionar.
Por cierto en este municipio onubense también se comieron la uvas con 1 día de antelación en el denominado ensayo de las campanadas, y es que estos leperos…

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